Si estás considerando vender un vehículo embargado, pero te sientes inseguro sobre si es una buena idea o los posibles contratiempos que podrías enfrentar, no te preocupes. A pesar de no ser tan sencillo como una venta convencional, tampoco es una tarea imposible. A continuación, te explicaremos cómo proceder de manera efectiva y tener éxito.
Estado de embargo: ¿en qué consiste?

Como primer punto, es importante que todos entiendan a qué se hace referencia cuando se habla sobre de un estado de embargo.
A esto también se le llama “coche con deudas” o “con cargas”.
Y es que se trata de una medida legal solicitada por una entidad financiera, judicial o administrativa que restringe temporalmente la disponibilidad de un vehículo por parte de su propietario.
Por lo general, las causas de un embargo están asociadas a impagos de deudas de cualquier tipo, desde plazos atrasados en la compra del coche y multas de tránsito hasta facturas pendientes en los servicios de agua, electricidad y telefonía.
Esta es una garantía para las empresas de que el deudor, tú, se haga responsable y responda los llamados necesarios pronto.
Entonces ¿es posible llevar a cabo la venta de un vehículo embargado?
Tras toda la información del punto anterior, quizás el panorama te parezca confuso y sigas teniendo muchas deudas, pero no todo es malo. De hecho, sí es posible vender un vehículo embargado, siempre que las autoridades legales correspondientes lo permitan. De lo contrario, podrías necesitar la aprobación de terceros para proceder con la venta y más.

Lo más recomendable es que cuentes con el apoyo de un experto en el campo, tal como un abogado automotriz, para que evalúe tu caso y te dé asesorías de forma personalizada sin faltar a las cláusulas de la ley. Muy pronto te estarás promocionando ante miles de compradores en el mercado de segunda mano.
Guía paso a paso para vender vehículo embargado
Aunque es esencial tener en cuenta que muchas empresas tienen sus propios protocolos para la incautación de propiedades, hay algunos pasos clave que no debes olvidar y que serán de ayuda. A continuación, te daremos una explicación detallada de cada uno de ellos:
- Verifica el estado del embargo, sobre todo si no sabes quién es la entidad involucrada. Puedes consultar los detalles a través la página web de la Dirección General de Tráfico (DGT).
- Si el embargo es por una deuda, puedes intentar pagar el monto pendiente o negociar un acuerdo de pago donde se reestablezcan las condiciones del contrato, con más tiempo entre los plazos o un menor precio.
- Si el embargo es judicial, es decir, está bajo control de un juzgado o acreedor, debes presentar una solicitud a quien lo decretó argumentando que el dinero de la venta servirá para pagar la deuda.
- Encontrar a un comprador interesado, realmente comprometido con el coche. El mismo cliente debe asumir de forma voluntaria la responsabilidad de las cargas, ya que, de no ser así, corres el riesgo de ser demanda por estafa, chantaje o engaño.
- Cancelar el embargo y transferir la propiedad, que es cuando se asemeja a una negociación convencional. Una vez vendido, el dinero debe ir al pago de la deuda y luego ocuparse de que el nuevo dueño pueda traspasarlo a su nombre, sin problemas.
En algunas ocasiones, es el personal de la identidad intermediaria quienes se ocupan de llevar a cabo negociación o movimiento referente al vehículo, así que también existe la posibilidad de asistir a subastas judiciales u dación de pago. Todo se especifica en las cláusulas firmadas al principio del trato.

La transparencia es fundamental para la venta
Recuerda que un estado de embargo no es simplemente un acuerdo, sino una situación legal compleja para tu coche.
Los riesgos de enfrentar demandas son considerablemente altos, por lo que la honestidad y la transparencia serán pilares fundamentales a la hora de contactar con algún cliente. Ser claro sobre las condiciones también generará confianza con el público.
Si estás decidido en poner a la venta un vehículo embargado, es mejor que consideres cuáles son tus limitaciones legales y tus opciones más viables, ya sea a cediendo los derechos de la negociación o llevándola a cabo por ti mismo. Así que no lo pienses mucho más y consulta con tu experto de confianza para actuar.